viernes, noviembre 07, 2008

¿la libertad sólo puede suceder en los márgenes?

¿La libertad sólo puede suceder en los márgenes?

En su trabajo Imágenes de Barcelona, el fotógrafo Xavier Ribas reflexiona acerca de la periferia —entendida como lo que queda "fuera" de la ciudad al uso, pero en contacto con ella— como espacio de libertad. Nos muestra multitud de iniciativas desplegadas por los habitantes en su tiempo libre sobre espacios de borde residuales —no urbanizados o infraestructurales— que son disfrutados al margen del consumo, de lo eficiente o lo productivo, sin que se vea alterada la cualidad marginal que los caracteriza. Con ellas Ribas plantea una cuestión controvertida: que la libertad sólo puede florecer en estos lugares aún no codificados, gracias a su desregulación.

Sin embargo, estas imágenes, más que revelar una condición actual, representan un documento casi arqueológico de lo que fue la periferia antes de que el urbanismo ubicuo, la globalización y el desarrollo de las tecnologías de comunicación redefinieran las relaciones entre los bordes y los centros físicos. Si la libertad sólo puede suceder en los márgenes, se hace necesario volver a pensar lo marginal como una condición diferente al "estar fuera" o "quedar lejos".

Excedencia versus residual.

A medida que el mercado integral recodifica las expresiones de la crítica y absorbe la periferia neutralizándola como campo de emergencia de ideas alternativas, poco a poco desaparece la posibilidad de estar "fuera" como forma de resistencia. La cuestión es pensar cómo ejercer la crítica desde "dentro". Teóricos como Toni Negri actualizan la reinvención foucaultiana de las condiciones de libertad dentro mismo del sistema de dominio para reivindicar no ya la apropiación de lo residual, sino la creación de excedencia.

En un precioso texto Joan Foncuberta enfatizaba la sensibilidad de Xavier Ribas para capturar los valores de "lo residual"; pero a mi me gustaría observar este trabajo sobre Barcelona desde otra perspectiva, y pensar que lo que captura no son tanto insólitos espacios residuales sino modos cotidianos de producir excedencia. Así, tácticas modestas para compatibilizar el orden y el desorden, o para acomodarse en lo desolador; saberes tan familiares como la economía de las apropiaciones y de los materiales, la alteración respetuosa o el ensamblaje de lo heterogéneo; la capacidad desprejuiciada de decodificar y reciclar los paisajes...


Desde mi punto de vista, ejercer la libertad fuera de los márgenes significa provocar la excedencia más que buscar los soportes desregulados. Lo interesante de estas arquitecturas informales que nos descubre Ribas no es tanto el hallar un terreno no codificado como un método de recodificación. El margen, hoy día, más que residuo, implica holgura, y ello supone dejar a un lado la resistencia, la oposición, el cierre o el atrincheramiento para idear nuevas formalizaciones de los espacios de divergencia.

5 comentarios:

paula victoria álvarez dijo...
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Anónimo dijo...

Son realmente espontáneas u orquestadas. Y si son orquestadas, ¿importa?

Me parece propositivo desde que leo tu conclusión, elimina la opción resistente para buscar holguras (que palabra tan bonita), pero personalmente nos interesa más buscar las opciones productivas dentro del sistema pero sin generar ni resistencia ni sumisión. Es un "be water my friend" productivo. El junco flecta en el viento y no se parte, pero por mucho que sople el viento nunca dejará de ser junco. El polvo sin embargo, cuando sopla el viento se convierte en viento sucio.

Siempre junco, nunca polvo.

paula victoria álvarez dijo...

Son situaciones reales, pequeños "hallazgos"... a no ser que Ribas no haya sido honesto en lo que nos cuenta ;)

Importa que no sean orquestadas, pues se trata de mostrar una realidad social para muchos invisible, algo que ya sucede, más que una propuesta del autor para estos sitios.

¿Has visto los juncos salvajes...?

elias... dijo...

Es por otras cuestiones pero resulta que da vueltas por mi cabeza estos días una frase de Orwel: “Así como la ilustración descubrió las libertades, también inventó la disciplina”.

La libertad social, moderna y urbana... Esa libertad de ir y venir, de no ser agredidos ni robados... Toda ella parece fruto de un sofisticado pacto social mitad explícito-legal mitad tácito-cultural. Un pacto funcional, burgués, sicológico, etc

Si es así, si el contenido de la libertad es fruto de una negociación, y cada vez me lo parece más... Bueno, si es así entonces no es libre, está regulada e incluso ¡garantizada!

Y fuera de la disciplina, fuera de los márgenes como se señala en el texto original. Bueno, ahí espero que exista libertad. Y supongo que su contenido será auténtico porque no es fruto de un pacto previo, no forma parte del sistema.

Pero claro, una libertad de esa naturaleza no puede existir de forma estable y continuada. Puede ocurrir, eso si. Hay que conquistarla cada vez. Si se estabiliza y se regula, si se incluye en el pacto... entonces deja de ser esa libertad de la que hablamos y vuelve a ser la otra: La del pacto. Mitad burguesa, mitad funcional, etc.

Hermosas fotografías.

paula victoria álvarez dijo...

Hola Elías!

Gracias por tus reflexiones sobre el sentido de la libertad, da mucho que pensar... Desde luego, el concepto de libertad adquiere nuevos significados o connotaciones con los cambios socio-culturales. Como dices, hoy parece que vivimos un simulacro de libertad. la idea de libertad como conquista me encanta...

En este sentido, me resultan muy interesantes los conceptos de libertad introducidos por el movimiento por la "cultura libre" frente a la progresiva mercantilización de la totalidad del mundo. Por un lado, es una libertad asociada a la accesibilidad y a la apertura: p.e., el software libre es el que garantiza libertad de uso, pero también de estudio, adaptación, evolución, mejora, ect. Por otra parte, la libertad no se entiende de forma individual (libertad de hacer lo que a uno le plazca) sino que se trata de una libertad común, resultado de garantizar entre todos la existencia de unos bienes comunes y accesibles para todos, y por tanto no supeditados al poder adquisitivo. Además, como apertura, esta libertad está asociada a la creatividad, a la posibilidad de reinventar e imaginar, y sobre todo de decidir.

Entiendo que la libertad, como bien común, ha de ser el resultado de una negociación, sin que esto sea algo peyorativo; lo malo es si ese pacto produce cierre en vez de apertura, desamparo en vez de garantía, ofertas sobre las que elegir en vez de oportunidades para decidir...